Las crónicas de Melek: El software, los zombies y el resto

Hoy voy a hablarles hermanitos de esta que se considera una joya del arte, oh si, si. De una forma en la que la gente puede utilizar un medio de expresión y como puede ser cambiado o mutilado, para aquel afortunado que haya vivido en carne propia lo que voy a escribir espero me disculpe que la opinión de esta persona (yo) es simplemente eso una forma de ver las cosas:

La naranja mecánica, temida, valorada / (sobrevalorada) críticada y venerada, una verdadera obra de arte del séptimo arte, no es así?, aquél que no la haya visto se la recomiendo, no sin antes decir que experimentará una angustia y algo de asco ante las situaciones que en ella verán reflejadas, no es una película para ver con los niños, ni con los débiles de mente o corazón, porque señoras y señores, es maldad pura la que vemos, la maldad que encarna a mucha gente cuando es joven, cuando se actua por instinto y el instinto es lo que vence a la mente, vemos reflejada una rabia y una buena forma de vida, escuela en las mañanas (cuando desea el hermano Alex) y fiestas, drogas y Ultraviolencia en las noches, una forma de llevar un libro a la pantalla que es soberbia, pero que ahora que he leído al fin el libro me deja escazo de elogios, la primera vez que vi esta película no fue en la edad apropiada, tendría escazos 13 años y fue impactante y repulsiva, solo después de la segunda vista (a los 19) fue cuando vi una verdadera obra de arte, y ahora 5 años después puedo formarme una idea de lo que de verdad podría haber sido esta película...

Stanley Cubrick presentó al mundo del cine una historia cruel y despiadada de la juventud, que incluso hoy en cualquier sociedad suele estar presente (maras, zetas, ponga el nombre de su pandilla favorita aquí, etc) de la violencia como medio de dejar salir las emociones y de un odio hacia lo viejo que no suele quedarse en pensamiento, sin embargo sucedió un capricho del destino, escogió una novela que llegó inconclusa, donde un editor en estados unidos decidió recortar la novela de Anthony Burgess, dejando lo que conocemos en el cine privandonos de algo muy importante, la redención de Alex, su crecimiento y maduración y como decide verdaderamente dejar atrás y tener esperanzas, en vez de quedarse en la completa ansiedad de la juventud, decide madurar y crecer, estar con alguien y porque no? ser alguien mejor, esto nunca lo vemos en la película, solo vemos un final crudo y amargo mostrandonos que la maldad suele ganar a la bondad, y no como lo quería representar el autor, que todo mal puede extinguirse, solo si la persona desea hacerlo, no por imposición, sino por mera decisión.